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Homenaje al ‘ilustre’ Antonio Monje Cintas

La historia comercial de Alfarería Monje retrocede hasta el año 1942

El Salón de Plenos del Ayuntamiento de la localidad acogió un acto de reconocimiento y tributo al afamado alfarero Antonio Monje Cintas (Alfarería Monje) y desde el jueves 28 de septiembre luce el título de ‘Loreño Ilustre’. En el acto estuvieron presentes el alcalde local, Antonio Enamorado, el edil de Ciudadanía y Cultura, Miguel Ángel Nogales, su homólogo de Patrimonio, Raúl García, así como familiares y amigos del protagonista.

“Queremos reconocer la labor empresarial y social de Antonio Monje Cintas como continuador de la saga de alfareros que ha llevado el nombre de Lora del Río por todos los rincones de España e incluso de fuera de nuestras fronteras. A pesar de su edad, Antonio sigue haciendo magníficas obras de artesanía alfarera, siendo de los pocos alfareros artesanales que quedan en el territorio nacional”, manifestó Enamorado.

Nogales, por su parte, aseguró que “tenemos que ser justos y reconocer todo lo que Antonio Monje y Alfarería Monje han aportado a la historia, desarrollo y reconocimiento de Lora del Río fuera de nuestro término municipal y, lógicamente, este acto era algo que se le debía a este artesano alfarero loreño”.

Monje aprovechó la cita para asegurar que en su vida ha “trabajado mucho para que Lora del Río suene en aquellos rincones donde mandaba sus productos de alfarería artesanal, además de enseñar a muchos loreños el oficio de la alfarería”. Asimismo, también tuvo palabras de cariño y recuerdo a los loreños que trabajaron tanto con él como con su padre.

Loreños destacados

Bajo esta premisa, el Ayuntamiento está llevando a cabo una serie de actos de reconocimiento a personas ilustres de la localidad, entre otros, del ámbito cultural, económico, deportivo y social. La piedra angular de la iniciativa es poner en valor los recursos humanos con los que cuenta Lora del Río en la actualidad.

Leyenda viva

Alfarería Monje es uno de los negocios familiares más emblemáticos de la localidad. La historia de la casa comercial se remonta a 1942, cuando el artesano alfarero José Monje Naharro (padre de Antonio y procedente de Salvatierra de los Barros, Badajoz), se instaló en Lora del Río para poner  la primera piedra a la tradición alfarera local.

Cercano a los 90 años, Monje continua trabajando “en su taller de toda la vida”, dando forma a piezas artesanales que se venden tanto en Lora del Río, Sevilla y numerosas ciudades españolas “con pedidos incluso que han salido de nuestras fronteras”, según afirma el alfarero.

Una de las mayores gestas que distingue a Monje ocurrió en 1988, cuando José León Olmo, encargado de Patrimonio Nacional, le encargó la restauración de la Plaza de España (Sevilla), con motivo de la Exposición Universal de Sevilla de 1992. Durante más de tres años, los alfareros loreños repusieron las piezas deterioradas de la obra de Aníbal González, con un total de 30 gárgolas, 25 tronos provinciales y varios de los remates de las torres realizados en 8 piezas con una altura de 2,20 metros cada una.