La temporada 2017-2018 finalizaba para el Lora C.F. con el objetivo de la permanencia cumplido, no sin dejar de recordar, que no ha sido fácil a pesar de que al final ha habido puntos suficientes de por medio como para que dicha permanencia pudiera estar en peligro. Una temporada bastante convulsa en su comienzo, como se recordará se contrataba a un entrenador con un amplio prestigio como técnico durante muchas temporadas, Manuel Márquez Palau y que tomaba la decisión, justo una semana antes del comienzo del campeonato, de dimitir como entrenador loreño, ante la problemática con parte de la plantilla, que no tuvo sintonia con él, prácticamente desde su llegada.
La llegada de José Manuel Jurado.- Una vez presentada la decisión de Palau, la directiva loreño se puso en marcha a trabajar a contra-reloj en la contratación del sustituto del técnico anterior y el elegido sería José Manuel Jurado. Ante la situación presentada, ante el inminente comienzo de campeonato, las urgencias se acumularon, porque había que comenzar la competición realizando lo que podría decirse una pre-temporada dentro de la temporada que iba a comenzar, las consecuencia de todo ello ya se sabe, un pésimo comienzo liguero en el cual en las siete primeras jornadas sólo se obtuvo un punto (empate en casa 1-1 ante la U.D. Morón) y con todas las papeletas en ese momento de ser un equipo con aspiraciones al descenso ya que el equipo loreño llegó a ser colista del grupo. Condición y objetivo prioritario que se le exigió al entrenador –ante la situación del equipo- fue la permanencia, objetivo cumplido a la finalización de la temporada.
Refuerzos.- Estaba claro que había que reforzar al equipo muy debilitado en todos los sentidos, tras la baja y marcha de algunos jugadores y había que trabajar pronto y rápido antes de que la situación pudiera complicarse aún más. En un principio, en pretemporada, el equipo pareció excesivamente joven, inexperto y poco fiable –los resultados además así lo testificaban- por lo que había que traer jugadores algo más expertos y con la suficiente calidad para mejorar lo que había que no era excesivamente difícil y entre los refuerzos que llegaron, con más o menos influencia cada uno de ellos, sin duda Fran Díaz, Santi y Álvaro Madroñal, iban a ser los pilares en los que se había que apoyar para la mejoría del equipo.
Irregular temporada.- Al final la interrogante abierta ante una valoración de la temporada podría ser si ha sido buena o mala, no ha sido ninguna de las dos cosas, puede decirse que ha sido una temporada donde se ha funcionado a rachas de partidos perdidos contra racha de partidos ganados, pero no ha sido una mala temporada ya que al final el objetivo de la permanencia se consiguió, otra cosa distinta es que se pueda valorar en las formas en las que se lograba, pero en ningún caso puede decirse que haya sido una mala temporada.
Balance final.- El análisis en cuanto a los números podría ser el siguiente. De los 34 partidos disputados se ganaron 11, se empataron 9 y se perdió en 14 ocasiones, lográndose la 12ª plaza en la clasificación final, consiguiendo 36 tantos a favor por los 47 tantos encajados. Está claro que en la faceta goleadora no sea estado a buena altura, de hecho el máximo goleador del equipo ha sido Santi (6 goles uno de ellos de penalti) en 28 partidos disputados, ocupando el puesto número 35 de goleadores del grupo. Sin embargo el llamado a ser goleador del equipo, Álvaro Madroñal, sólo se quedaba con 4 goles en su haber en los 20 partidos disputados y ocupando el puesto 50 de goleadores del grupo.
