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Opinión: Racismo

Una mirada a las miserias de la primera potencia mundial

Existen multitud de elementos que se pueden usar para construir un fiel reflejo del racismo y el fotoperiodismo es una herramienta que arroja testimonios muy válidos y, no menos importante, visuales, por aquello del vale más una imagen que mil palabras.

Viaje al pasado

Puede que le resulte familiar la imagen que acompaño en este artículo. Su autora es Dorothea Lange, una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX cuya obra principal está constituida por un total de 140 fotografías tomadas entre los años treinta y cuarenta, concretamente, los años más cruentos y difíciles de la Gran Depresión o Crisis del 29 que azotó los Estados Unidos.

Lange realiza un recorrido singular para lograr guardar para la posteridad sus efectos devastadores. La profunda crisis que asoló el país provocó, entre otras cosas, que miles de familias con pocos recursos abandonaran sus casas y formas de vida bajo la promesa de un nuevo comienzo. En la fotografía observamos cómo un grupo de personas de color se alinean en fila india delante de un cartel que muestra el estereotipado sueño americano o American dream. La fuerza de la imagen reside en el contraste de razas, en la diferencia de posición social entre un color de piel y otro. El tiempo de Martin Luther King aún está por llegar y esta instantánea es un testimonio magnífico de las desigualdades sociales y el racismo imperante. La obra de Lange gira en torno al testimonio más trágico de América y esta fotografía invita a la reflexión. Es irónica, crítica, impactante y explícita. Las palabras impresas en el cartel son el principal objeto de reflexión para el observador contemporáneo.

Destaca especialmente el contraste entre el negro y el blanco, desde los rostros de cada bando hasta el propio color de las letras.

Billboard on U.S. Highway 99 in California – Cartelera en la autopista 99, marzo de 1937

Vuelta al presente

Que no le engañen, la primera potencia mundial es un país racista. Vendida como la tierra de las oportunidades, las desigualdades sociales siguen a la orden del día. Por cada seis dólares que tienen los blancos, los negros tienen uno. Las condenas son 20 veces mayores que sus pares blancos en casos similares. Los estudiantes negros son expulsados y suspendidos tres veces más que los de raza blanca. En líneas generales, la Policía y las fuerzas del orden se emplean con más dureza contra las personas de color y la cantidad de personas negras que poseen casa propia está por debajo de la media nacional.

El conocimiento y la información nos hacen libres y desarrollan nuestro pensamiento crítico frente al creciente adoctrinamiento de la ciudadanía. Espero que esta lección histórica le sirva para tener muy presente aquello de que los que no conocen la historia están condenados a repetirla.