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Época de alergias

Aunque en estos momentos escuchemos un estornudo o veamos a alguien con un pañuelo en la mano podamos pensar en el coronavirus, estamos en tiempo de alergia.

Estamos en plena primavera y no debemos confundir los síntomas alérgicos con los síntomas provocados por el coronavirus, aunque a veces pueden solaparse.

Los síntomas de alergia son muy variables. Entre estos síntomas podemos encontrar tos, dificultad respiratoria, estornudos, rinorrea acuosa, epistaxis, obstrucción nasal, hiperemia de conjuntivas, lagrimeo, edema de conjuntiva, eccemas, habones en la piel pruriginosos, vómitos, etc. Y no todos estos síntomas son siempre atribuibles a la alergia. Hay otros síntomas o ausencia de síntomas que los distingue de otras patologías.

Estos síntomas se repiten estacionalmente a lo largo de los años y son fácilmente identificables por los padres. No se acompañan de fiebre ni de malestar general; solo el malestar provocado por el proceso alérgico ya conocido.

Los alérgenos que con más frecuencia producen alergia son los ácaros (D. Farinae y D. Pteronyssinus), los pólenes, los epitelios de animales (gato, perro, hámster, cobaya, conejo, caballo, vaca) y los hongos (alternaria alternata o el cladosporium herbarum).

El diagnóstico de alergia se basa en la historia clínica completa, en la exploración física y en una serie de pruebas complementarias que determinará el pediatra o alergólogo en caso de que precise derivación.

Los pilares del tratamiento de la alergia son:

  1. Evitación de la exposición a los alérgenos.
  2. Tratamiento sintomático
  3. Inmunoterapia.

Evitación de la exposición a los alérgenos

  • Ácaros: evitar objetos que acumulen polvo (alfombras, retirar libros de los dormitorios), limpiar el polvo con paños húmedos, utilizar mopa o aspiradora, etc.
  • Pólenes: ventilar la casa por la mañana, evitando hacerlo a partir del mediodía manteniendo las ventanas cerradas el resto del día, utilizar gafas de sol en las salidas permitidas durante el confinamiento actual, etc.
  • Hongos: evitar zonas de humedad, limpieza con lejía de bañeras, lavabos y azulejos, evitar plantas de interior, etc.
  • Epitelio de animales: evitar la exposición al pelo del animal en el mayor grado posible.
  • Alergia alimentaria: evitar el consumo de ese alimento.

Tratamiento sintomático, es decir, tratamiento de los síntomas que se padezca. Es imprescindible no suspender ningún tratamiento que se venía realizando antes de la pandemia del coronavirus.

  • Si hay picor/congestión nasal: antihistamínicos orales/corticoides tópicos nasales
  • Si hay conjuntivitis: colirios oculares.
  • Si tos: broncodilatadores, (salbutamol/terbutalina), tratamiento de mantenimiento (antileucotrienos, corticoides inhalados, LABA, biológicos, etc.)

3. Inmunoterapia

En el caso de la Inmunoterapia sublingual, siempre que el paciente la tenga en su poder y se encuentre sin signos de proceso infeccioso y/o febril y/o afección bucodental, podrá administrársela. Si se había suspendido por alguna razón, la reiniciará reduciendo a la mitad la dosis que se administraba, repitiéndola dos días y después subir a la dosis de mantenimiento habitual. En el caso de renovación de envases deberá contactar con su centro de salud para concertar renovación de tratamiento, MINIMIZANDO, hasta nueva situación las salidas domiciliarias.

La inmunoterapia subcutánea, se suspende o más bien, se retrasa su administración durante el estado de alarma. Es decir, no se administrará durante el período de confinamiento, a fin de evitar el desplazamiento al centro de salud u hospital y el contacto con el personal sanitario, con el fin de evitar los contagios. Este retraso no va a provocar una descompensación brusca de los síntomas, siempre y cuando se mantenga el resto de medidas de evitación y tratamientos. Si el retraso es mayor de 8-10 semanas (contando el retraso a partir de la fecha en que le tocaba su administración), contactar con el alergólogo responsable para reiniciar la administración de la vacuna y pautar la dosis.

Lo más importante es recordar que no hay que suspender el tratamiento sintomático y preventivo que se ha ido realizando estacionalmente a lo largo de los años para evitar empeoramiento de la enfermedad que pudiera ser agravada en caso de contagio.

Seguir las recomendaciones ofrecidas por el Ministerio de Sanidad manteniendo el distanciamiento social y las medidas higiénicas adecuadas. Respetar al máximo las recomendaciones en las salidas de nuestros pequeños en los paseos y tomar las precauciones adecuadas en los pacientes alérgicos para evitar el agravamiento de su enfermedad.

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