Inició una primera experiencia en las Escuelas Deportivas de Fútbol, posteriormente entrenaría al entonces equipo de cadetes del Cerro Balompié para optar después por el arbitraje.
Juan Antonio Márquez ¿cómo ha llevado lo del confinamiento?
Lo he llevado lo mejor posible. Por cuestiones laborales salía durante las mañanas de casa y dentro de lo que cabe puedo decir que no me ha costado tanto el adaptarme a la situación. En casa con mi familia pues hemos ido realizando rutinas que hacían más llevadero el día a día.
Tanto en lo deportivo como en lo laboral ¿hasta qué punto te ha podido perjudicar?
En lo deportivo estaba claro que la temporada estaba terminada. Quizás lo que peor haya llevado es el gusanillo de los fines de semana de ir a arbitrar. Pero ante la situación que estamos viviendo, eso estaba claro que era totalmente secundario. En lo laboral pues al no cesar la actividad de mi empresa, pues me ha servido para hacer más fácil el día a día al estar más implicado con dicha responsabilidad.
Tú has sido una persona deportivamente inquieta que tuvo unos años en el fútbol, cuéntanos o repásanos sobre esa etapa…
Comentarte que en septiembre de 2008 comencé a entrenar en las Escuelas Deportivas de Fútbol de nuestra localidad en el Polideportivo con los más pequeños, cuando las gestionaban mis amigos Eduardo Alonso y Manuel Crespo. Estuve cuatro temporadas hasta que lo tuve que dejar por razones laborales. Fue una experiencia bastante enriquecedora. Cuando ahora veo a esos chavales que ya son hombres me da bastante alegría.
¿Qué valor le das a las Escuelas Deportivas?
Entiendo que se debe tener una buena estructura deportiva y a unos monitores formados y con cierta experiencia. Esto es esencial para que luego esos jugadores lleguen a subir por los diferentes escalafones del club. Por ello para mí el gestionar bien dichas Escuelas Deportivas es fundamental.
Tienes alguna opinión formada sobre la cantera de fútbol en Lora?
Como comentaba antes, por temas laborales no puedo seguir de cerca la actividad del Lora C.F., pero si es cierto que gracias a la enorme labor informativa que desarrolla Pedro Toro hace que pueda estar al día. En los últimos años entiendo que se están haciendo las cosas bien dentro de las posibilidades, lo cual ha repercutido en la ampliación de las categorías que se federan y de los buenos resultados obtenidos en general.
Háblanos ya sobre tus comienzos en el mundo del arbitraje y esa dedicación ya más específica en fútbol sala ¿qué tienes que contarnos al respecto?
Pues comencé como entrenador del equipo Cadete del C.D. Cerro Balompié F.S. hace veinte años. Al año siguiente ampliamos otro equipo en la cantera del mencionado club apareciendo también el equipo Juvenil, con el que conseguimos unos importantes logros a nivel local, provincial y andaluz. Llevamos el nombre de nuestra localidad por toda la geografía andaluza durante varias temporadas. A la vez colaboraba con el primer equipo que entrenaba Enrique Pérez de León. Durante siete temporadas estuve en la disciplina del C.D. Cerro Balompié F.S.
A su vez era también árbitro del Campeonato Local de Fútbol-Sala de nuestra localidad. En la temporada 2006/07 entrené al C.D. Los Más Pitufos de Sevilla (Tercera División, filial del C.D. Triana F.S. esa temporada). Y a partir de la siguiente temporada (2007/2008) por cuestiones personales dejé el mundo de los banquillos a nivel federado y lo cambié por el arbitraje federado de Fútbol-Sala gracias al apoyo de mi gran amigo Manuel García Domenech y del vocal que había entonces D. Juan Elena. Ese primer año conseguía ascender a Primera Nacional “B” (actual Tercera División). En dicha categoría estuve seis temporadas hasta cumplir la edad límite con la que nos dejan arbitrar en esa categoría.
En la temporada 2014/15 volví a arbitrar a categoría provincial. Lo que para muchos podría ser un paso atrás, para mí fue sin embargo una temporada fantástica, ya que con 13 años mi hija Andrea comenzaba su andadura en el colectivo arbitral como Cronometradora, siendo la más joven en la provincia de Sevilla. Y también destacar a mi gran compañero y amigo Manuel Ávila, con el que he dirigido infinidad de partidos. Ya con sólo mirarnos sabíamos que había ocurrido. Y desde entonces pues mi andadura en el colectivo arbitral federado de fútbol-sala sevillano ha seguido hasta esta temporada. Para la próxima ya estamos inscritos, deseosos de poder volver a arbitrar.
