Ante los cambios recientemente efectuados en el equipo de gobierno local, los partidos de la oposición de Izquierda Unida y Partido Socialista han opinado al respecto de un cambio tan repentino y tan cerca de las nuevas elecciones locales.
Por parte de IU comentan que “estas modificaciones y cambios son debidos o a una verdadera crisis interna o bien a un posible nerviosismo de cara a las próximas elecciones municipales, ya que no conllevan aparejada propuesta alguna de nuevo presupuesto municipal para que de este modo se puedan llevar a cabo nuestros proyectos”.
Por otra parte, el Partido Socialista remarca “dudamos de que el Sr. Cuevas sea la persona idónea para las funciones que se le han otorgado, y recordamos los hechos acaecidos en La Feria de El Priorato de 2017 en el que recibimos la denuncia de vecinos por altercados de este concejal con vecinos de la localidad y presunto trato vejatorio, cuestión que no fue aclarada ni negada por el propio concejal en la comisión informativa que se tuvo por tal grave actuación.
Igualmente, han sido numerosas las denuncias que hemos recibido de vecinos que se quejaban por no haber recibido un trato “del todo correcto” por parte del concejal y que hemos denunciado en varios plenos”.
Continúan comentando “valoramos estos cambios en el gobierno como una forma de tapar el sol con un dedo, ante la profunda crisis de gobierno y del grupo municipal del PP, que sale claramente derrotado en esta remodelación.
Esta inestabilidad, descoordinación y parálisis municipal son una prueba más de la peligrosa senda del autoritarismo por la que el Sr. Enamorado está llevando al Ayuntamiento, perjudicando gravemente los intereses de nuestro pueblo, acuciado por la inseguridad ciudadana, la falta de transparencia (5 meses ya sin plenos ni comisiones) la escasez de oportunidades para los jóvenes y la falta de inversiones puesto que no ha logrado aprobar los presupuestos municipales”.
Para finalizar cuestionan que “el alcalde, cada vez más sólo, que se salta las normas a la torera, incapacitado para el diálogo y el acuerdo, no ya con la oposición, sino ni siquiera con su propio grupo municipal. Un alcalde que gobierna a fuerza de decreto, como si el Ayuntamiento fuera su empresa privada, a la que sigue prestando más atención que a los problemas de los loreños y loreñas”.
