El deportista comparte la natación con su otra gran pasión: la música
Antes de nada ¿cómo está llevando Gonzalo este confinamiento?
La verdad es que dentro de lo que cabe lo estoy llevando bien ya que, por suerte, mi casa es espaciosa y estoy consiguiendo hacer deporte todos los días. También tengo varios métodos de entretenimiento como son los videojuegos, las series y películas. De salud mi familia y yo estamos llevándolo bien también.
Una de tus pasiones, creo, además del deporte, de la natación, es la música ¿puedes contarnos como nació en ti?
Pues yo llevo desde los 4 años en la Escuela de Música de Lora del Río a la me apuntaron mis padres, por lo que ellos tienen la mayoría de la culpa de que a mí me apasione la música. A los 13 años, con ya acabados los estudios del grado elemental y de instrumento percusión, empecé a tocar en la Banda de Música de Lora del Río, tocando en la cuerda de la percusión con otros 3 compañeros más. Actualmente también toco el saxofón pero más por “hooby” ya que en la banda sigo con la percusión.
De estas dos pasiones tuyas por música y natación, si tuvieras que optar por una sola ¿con cuál te quedarías y por qué?
Me sería imposible elegir ya que cada una me aporta algo diferente. Sin la natación me sentiría vacío por la parte competitiva ya que la adrenalina que siento compitiendo y ver que el esfuerzo de los entrenamientos da sus frutos me satisface mucho. A demás la piña que tenemos en el Club es muy buena, creo que hemos formado un buen equipo de nadadores y de compañeros ya que en los entrenamientos y competiciones se disfruta nadando y compartiendo experiencias con los compañeros. Nos llevamos todos muy bien. Tampoco podría dejar la música en gran parte por la Banda de Música de Lora del Río la cual forma ya parte de mi vida y los músicos que hay los considero mis amigos, al fin y al cabo, empieza a formar parte de tu rutina ir a ensayar cada semana, tocar en Semana Santa acompañando a procesiones de Lora y llevando el nombre de Lora del Río a otros pueblos y ciudades. Además de todo esto comparto con mi padre Jacob Morales Milla muchos momentos musicales ya que es él quién me ha inculcado desde pequeño esta pasión y a día de hoy la sigo disfrutando junto a él.
¿Cuánto tiempo llevas nadando y como fue tu integración al Club Natación “Los Delfines”?.
Actualmente llevo en el Club 5 años. En el verano de 2016 fue cuando empecé a entrenar con Los Delfines ya que uno de mis mejores amigos, Juan Matías Trigo, que ya llevaba un tiempo en el Club me recomendó que empezara a entrenar con ellos y que me iba a gustar. Deportivamente fue un inicio difícil ya que no estaba acostumbrado a ese nivel tan alto de entrenamiento y me cansaba mucho. Recuerdo que ese primer año competí en el circuito de verano y quedé fatal ya que los demás nadadores tenían más experiencia que yo. Aunque poco a poco fui notando la progresión deportiva.
¿Cómo había comenzado para ti en lo personal la temporada de invierno?
La temporada de invierno siempre ha sido un circuito difícil para los Delfines en general, esto es debido a que no tenemos una piscina climatizada pública en Lora del Río. Para entrenar tenemos que desplazarnos a Constantina a la piscina climatizada de allí, es por esto que solo podemos entrenar un día a la semana y no estamos igual de preparados físicamente que los demás Clubes que sí que tienen una piscina climatizada en su pueblo. Este año solo nos ha dado tiempo a hacer una competición clasificatoria en Arahal antes del parón, se nadaban solamente los estilos de espalda y braza. En esta competición no quedé en altas posiciones debido a que los estilos los cuales yo me suelo clasificar para la final, son crol y mariposa. Estos dos estilos se iban a nadar en la siguiente clasificatoria pero no ha sido posible por este parón obligatorio.
¿Hasta qué punto crees te perjudica este obligado parón?
Pues creo que mayoritariamente me va a perjudicar en la técnica a la hora de nadar. Al fin y al cabo en mi casa estoy haciendo deporte e intentando no perder la forma física, pero en mi casa no dispongo de una piscina. Lo que ocurre es que cuando vuelva a nadar voy a tener una peor técnica al hacer los movimientos y una peor comodidad en el agua. Me costará unos cuantos entrenamientos pero espero volver a mi cien por cien pronto.
