En el caso de Barrios, ya fue directivo y delegado del primer equipo, pero tuvo que abandonar por cuestiones laborales y ahora regresa de nuevo para colaborar en la medida de sus posibilidades.
Una vez solventada la situación sobre el entrenador y su continuidad de cara a la próxima temporada, quedaba un segundo asunto por resolverse también y de mucha importancia, que tenía que ver con la junta directiva que preside Juan Manuel Campos, una directiva un tanto mermada y escasa de miembros para dirigir los destinos de la entidad loreña. En este sentido, a lo largo de todo este tiempo de confinamiento, ha venido creciendo quizás en una serie de personas, cierta preocupación por la deficiencia en la dirección del club, debido sobre todo a la falta de personas que pudieran sustituir a directivos que se han visto obligados a marcharse por motivos propios e importantes, caso de Antonio Montes o de su esposa Juana, que tan excelente labor han prestado al club.
Por eso Rafael Rodríguez y Manuel Lora, han decidido unirse para ambos colaborar y formar parte de esa junta directiva loreña, aunque realmente han sido personas que han apoyado al club en todo momento, sólo que ahora lo podrán hacer desde dentro. Rafael Rodríguez no es ni ha sido un aficionado más, es un aficionado que ha colaborado con el club en innumerables ocasiones, comprometido desde hace ya bastante tiempo.
En cuanto a Manuel Lora, su aportación y su trabajo publicitario, incluido su empresa, en la que trabaja, Agrifluide, viene ya de lejos, de ahí también la importancia de su regreso a la junta directiva, su implicación con el club siempre ha sido también muy importante.
En el caso de Manuel Barrios, ya estuvo de directivo y delegado, fue persona importante en la confección de la actual plantilla, en cierto modo también, porque no decirlo mano derecha del técnico, pero sus obligaciones laborales le obligaron de desligarse. En esta nueva etapa Barrios va a seguir ayudando y apoyando al club –quede claro- siempre y cuando le sea posible, será quizás un apoyo menos constante, por aquello de su trabajo, pero intenso y aprovechable.
