El equipo ha sabido competir en todo momento a lo largo de la competición, como se demostraba en la primera fase de la competición.
Lo que sí es seguro José Pedro, que nadie imaginaba esta situación por la que estamos pasando ¿verdad?
Yo no recuerdo nada que sea ni remotamente parecido a esto. Ha sido tan drástico, como nuevo y desconocido, por lo que seguramente aún no hemos podido asimilarlo. Quizá con el paso del tiempo lleguemos a tener una perspectiva más clara de lo que esto ha significado.
Hablemos de futuro y de momento una primera cuestión, tu continuidad de cara al próximo año ¿seguirás en el banquillo?
Aún no he decidido lo que haré la próxima temporada. Aprendí y disfruté mucho entrenando durante dos años con estos jugadores, cuando el equipo estaba bajo las órdenes de Luis Aranda. Después también he disfrutado siendo su entrenador en las dos últimas temporadas, en la primera en colaboración con Juan Sánchez. Han demostrado que son un grupo fuerte, con capacidad de esfuerzo y compromiso. A pesar de los inconvenientes personales de cada uno, los estudios, el trabajo, la familia, los desplazamientos en el caso de los jugadores que no residen en Lora del Río, cuando llegaba el momento de competir lo hacían sin reservas, hasta el límite de sus fuerzas. No tengo más remedio que agradecer el esfuerzo de todos ellos.
Una segunda cuestión, este año el descanso llegó antes, si continúas ¿la pretemporada se adelantara? o no tiene porqué.
Ojalá pudiésemos adelantar la pretemporada. Esto significaría que la situación actual ha dado un gran vuelco y que es posible entrenar con normalidad. Si ello fuese posible creo que sería adecuado comenzar antes los entrenamientos. Se necesitará gran esfuerzo por parte de todos para recuperar un buen nivel físico y técnico.
Por último ¿qué dirías desde aquí, al presidente, a los jugadores y a esa fiel afición con la que contáis?
Confío en que volvamos pronto a vivir con normalidad, sin temor a acercarnos unos a otros. Espero que en pocos meses nos veamos de nuevo en la pista de baloncesto y volver a oir el tambor y los gritos de ánimo de los aficionados. Se echa en falta el grito de ánimo del equipo al salir a jugar y se echa en falta el vozarrón de uno de nuestros más fieles seguidores, cuando al entrar en el pabellón, ya sea como local o como visitante, grita un largo “LOOOOOOOOOOORA” que llena por un momento la instalación deportiva y te hace sentir que estás apoyado y que tienes algo por lo que luchar.
