Tras la etapa como jugador sevillista, pudo disfrutar de otra como jugador jerezano de la que guarda excelentes recuerdos como futbolista.
¿Cómo viviste los años como jugador sevillista?
Cuando llegas a la disciplina de un club de Primera División, es otro mundo. Crees que lo sabes todo, y al poco tiempo te das cuenta que no sabes nada. Te pulen, te educan, trabajan tus deficiencias. Después, es cierto que aparte de valer tienes que tener suerte. Pasan por tu vera y convives con muchos compañeros que piensas que podían haber llegado y no han podido, se quedan en el camino.
Para una familia tan bética como la tuya ¿cómo llevaron el verte vestido de blanco?
Creo que mi familia entera, a pesar de ser una parte bética, querían lo mejor para mí, al igual que mis amigos, que los tengo muy béticos, incluso tengo amistad con jugadores del Betis de mi época.
De tu paso por el Jerez Deportivo ¿qué puedes contarnos?
Mi paso por el Xerez C.D. fue una experiencia inolvidable, desde un principio tuve el respeto y cariño de la afición. Ya te digo, cinco temporadas inolvidables.
Se jugó un amistoso entre el Lora C.F. y el Xerez, donde en el primer tiempo jugaste como jerezano y en la segunda parte como loreño ¿recuerdas algo de aquel encuentro?
Sí, un partido emocionante, sobre todo porque te hace ilusión volver a jugar en el campo que te ha visto nacer como futbolista.
Está claro Pedro, que de todos los entrenadores se aprende ¿tú de cuál de ellos guardas mejores recuerdos?
Es verdad que de todos los entrenadores se aprende algo, pero me quedo con dos. El primero me enseñó a ser competitivo y ser un deportista, se lo llegué a decir con el tiempo, en un homenaje muy merecido que se le dio en Lora, en la Piscina de la Alameda: Don Antonio Trigo Melo. El segundo, que lo tuve ya formado a nivel profesional, es José Antonio Viera, con grandes cualidades para entrenar en lo físico y en lo táctico.
¿Cómo le fue la vida a Pedro Valencia una vez retirado del fútbol?
Me retiré a los 34 años, tuve una tienda de deportes durante 14 o 15 años que me fue bien. Después me pasé al gremio de la construcción como promotor y tampoco me fue mal, estuve bien. Ahora ya estoy jubilado y tengo alguna empresa dedicada al arrendamiento.
